INTOXICACIÓN. VICTORIA INTERIOR.

- Vale, ahora que te tengo de frente, querido tigre sin el ojo izquierdo, ¿por qué te portas así de mal? ¿es que le tienes envidia al resto de compañeros de clase?, ¿a la serpiente multicolor?, ¿al oso panda desteñido?, en todo caso no es excusa para tu mal comportamiento, espero que los próximos veinticinco minutos castigado cara a la pared te sirvan de escarmiento.

(...)

- ¿Esta semana igual? ¿qué intentas? ¿llamar la atención? Toda la clase molestando y ahora ¿se te ha comido la lengua el gato?, no, no le eches la culpa al gato Félix, a él ya le he preguntado y dice que has sido tú, y conociendo tu historial no necesito más pruebas. Esta vez serán cincuenta minutos castigado.

(...)

- Mira, tigre, no sé cómo solucionar ya esto, siempre estamos igual, creo que necesitamos tomar una solución drástica, no, no llores, más me duele a mi. Dame tu ojo derecho. No, no forcejées, jo tigre, no me hagas...no...¿VES LO QUE HAS CONSEGUIDO? ¡AL FINAL HE TENIDO QUE ARANCÁRTELO YO!,¡VÉTE!, ¡FUERA DE CLASE!, ¡EXPULSADO DOS SEMANAS!

(...)

- Verás, querido tigre sin ojos..., lo tengo guardado, sí, tranquilo, le diré a la mamá que te lo cosa. Quería pedirte perdón, no sé qué me está pasando ultimamente, creo que la edad me está afectando y el giro laboral también. Igual eres demasiado pequeño para entender estas cosas pero necesito hablar con alguien. Antes, cuando era más pequeña todo era mucho más fácil, no os tenía a todos vosotros a mi cargo, solo tenía que reparar puzzles de cuatro piezas y de tanto en tanto distinguir entre el rojo y el rosa tras las entrevistas de mamá, y ahora...bueno, te conocí a tí, y supongo que no te diste cuenta pero ya nos conocemos desde hace mucho, cuando tú todavía no habías perdido tus ojos ni tanta espuma, la verdad es que has perdido mucho peso desde entonces, yo no tenía ni dientes, me ayudaste a soportar aquellos horribles dolores y...podría haber sido la serpiente o el gato Félix quien me consolara pero tú siempre te ofreciste...supongo que por eso ahora te exijo demasiado. Te quiero. Te echo de menos cuando te castigo. Lo siento. No volvamos a hacernos daño. Por favor. Sí, le diré a mamá que te cosa el derecho.

(...)

- ¿En qué habíamos quedado, mi amor? No, no, lo siento pero esta vez te vuelvo a quitar el ojo que te cosió mamá y a partir de ahora te voy a atar a mi tobillo, no te preocupes, cuando tengas ganas de hacer pipi no miraré, pero es que lo tuyo no tiene ya remedio. A ver, dime, ¿tú te quieres reformar? pues entonces no te preocupes que yo te ayudaré, cariño, pero cojiditos por los tobillos ¿vale?

(...)

- Mi vida, ¿qué te pasa? Ya no quieres hablar conmigo ni con tus compañeros, ya no juegas...anda, contéstame...por favor, te quiero tantísimo, yo solo quiero que seas feliz, yo solo quiero que nadie se meta contigo y que llegue un momento en que te portes tan bien que esté orgullosísima de tí y que todos los demás se queden con la boca abierta cuando nos vean pasear juntos, sí, entonces te quitaré el cordel y mamá te coserá el ojo derecho, el izquierdo me lo tragué...supongo que te acuerdas de aquella discusión, lo siento mi amor, a veces pierdo los papeles, yo intento ser perfecta pero es que me sacas de quicio tanto...que es un esfuerzo sobrehumano para mí no acabar por comerme toda la espuma que tienes dentro. Mi amor...cariño...va...juega conmigo...Vamos a hacer una cosa, igual tú ahora crees que no te apetece jugar pero voy a quitarle los hilos a la marioneta y te engancho a tí, y te muevo para que bailemos un poco, ¡va a ser super divertido! ¡ay, sí, qué buena idea, vas a ver qué feliz que eres!

(...)

- Ya no sé si estoy hablando conmigo a contigo, ayer te devoré, sí, no me arrepiento, te quiero con todas mis fuerzas pero tenía que tomar el control de la situación, así no me volverás a fallar. Así no volverás a fallarte a ti, porque yo sé que día a día tú solo te lastimabas tirando al suelo todo lo que yo construía. No sé cuántos días tardarás en salir de mí. Supongo que te reconoceré al salir, y si no, es que no eras el juguete que me prometiste ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario